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Para disfrutar al máximo de nuestro espacio exterior y compartirlo con familiares y amigos es importante elegir el mobiliario adecuado. Los sillones de jardín, junto con el sofá, la mesita y el puf, contribuyen al éxito del diseño del mobiliario de exterior. Sus modelos juegan con combinaciones matéricas y cromáticas, desde las formas más cómodas, que regalan los mejores momentos de relax, hasta las formas más lineales y de dimensiones reducidas, que permiten obtener sillones compactos ideales para los espacios más pequeños. La elección es muy amplia y puede cambiar con respecto a la dimensión y el material con el que se realizan. Por ejemplo, los sillones de jardín de diseño, con su gran atención por los detalles, forman parte de los espacios de exterior como elemento decorativo y funcional. Desde hace algunos años, las novedades tecnológicas relacionadas con materiales, como el tejido y las estructuras, han permitido llevar la tapicería hacia el exterior, sin tener que preocuparse por la acción de la intemperie y del sol. Esta posibilidad técnica ha hecho que los grandes productores comenzaran a crear, por ejemplo, sofás de exterior. Pero más allá de la conformación y el tipo de ambiente de exterior, la elección del sillón de jardín debe comenzar por una atenta evaluación de los materiales, del diseño del producto y del contexto dentro del cual se quiere colocar el objeto.
Dedicados a quienes tienen un jardín o una terraza suficientemente amplia, los sillones de jardín son la solución ideal para pasar todo el día o parte de él rodeados de la naturaleza y acariciados por los rayos del sol, saboreando una ligera brisa o disfrutando de un buen libro, solos o en compañía. Las soluciones que se elijan deben ser funcionales y adecuarse a las dimensiones del espacio a disposición, pero la variedad de modelos es tan amplia que lograrán satisfacer cualquier gusto y necesidad. Si se tiene a disposición un balcón o una terraza no muy amplios, se puede optar por los sillones apilables o plegables, para guardarlos cuando no se utilicen. De cualquier manera, ya sea que se trate de dimensiones reducidas o de superficies amplias, los sillones de jardín son un elemento fundamental en el éxito de un proyecto de decoración de exterior, con modelos que combinan diseño y funcionalidad. Los sillones de jardín tapizados juegan con los volúmenes de los cojines acolchados tanto en el respaldo como en el asiento. Un efecto similar, pero más original, se puede obtener con los sillones de jardín hinchables o las icónicas Beanbag o sillas Sacco. Por otro lado, elegir sillones de jardín con funda extraíble permite crear combinaciones cromáticas y cambiar a menudo el aspecto de los complementos, gracias a la fantasía de los tejidos de la tapicería. Mientras que un sillón de jardín mecedor permitirá crear una atmósfera extremadamente relajante, gracias a su asiento profundo y cómodo.
Cuando se decora el salón de exterior es importante encontrar el equilibrio adecuado entre materiales, diseño y dimensión. Por ejemplo, los sillones de jardín de madera se eligen a menudo gracias a la gran resistencia de este material a los agentes atmosféricos y a que se integra muy bien en el contexto de un espacio verde. El sillón puede estar formado por una estructura de láminas o estar compuesto por una sola tabla de madera. La madera se deja en su versión natural para que se pueda admirar su belleza sin tratarla con otras sustancias. Como es natural, los colores pueden ser más claros o más oscuros, según el tipo de madera utilizado para realizar el sillón. Por lo general, este elemento se elige en combinación con el resto del mobiliario del jardín, también en lo que respecta al color. Por su parte, el aluminio se puede trenzar y trabajar de distintas formas, gracias a su ligereza y flexibilidad. Justamente estas características hacen que los sillones de jardín de aluminio se puedan transportar con facilidad, lavarse solo con agua y realizarse con una amplia gama de colores. En algunos casos los sillones de jardín pueden sustituir incluso el sofá, si no se tienen grandes espacios a disposición. Otro material clásico es el hierro forjado. En este caso el coste es bastante alto, pues se trata de un sillón realizado de manera muy detallada y, además, el material en sí es muy valioso y no necesita de cojines especiales para embellecer el sillón. Los sillones de jardín de plástico, como el polietileno moldeado o el polipropileno reforzado con fibra de vidrio, permiten decorar con formas muy modernas y productos resistentes a los agentes atmosféricos. Aunque el mobiliario para nuestro jardín siga una línea clásica, colocar un solo elemento contemporáneo, que podría ser un sillón, le daría un toque moderno y original al espacio. Además, este tipo de sillones es ideal para quien sigue de muy cerca la evolución del diseño de exteriores. Indestructible, cómodo y bonito, constituye una pieza de decoración que dará valor a todo el espacio, capturando la atención de todos nuestros huéspedes.
Para diseñar mejor un área de exterior es necesario comenzar por los asientos, que deben ser cómodos, amplios y fáciles de transportar. En base a nuestras necesidades, podremos elegir sillones de jardín clásicos, o con líneas más innovadoras y modernas, modelos colgantes o con iluminación integrada, con reposacabezas, brazos, reposapiés o revisteros. Los sillones de jardín encierran todas estas características en un solo complemento y dan al ambiente un toque de personalidad y estilo, para ofrecer un momento de total relax en contacto con la naturaleza.